Introducción
La leptospirosis es una enfermedad zoonótica de origen infeccioso causada por agentes del género Leptospira. Esta es una de las enfermedades tropicales desatendidas de mayor impacto sobre la salud humana y la productividad de los animales (1).
El ganado bovino juega un papel importante en la transmisión de la misma a los humanos (2); en algunos estudios se ha demostrado que la morbilidad y la mortalidad por la enfermedad en los humanos ocurren en aquellos lugares donde la misma constituye un problema de salud animal y produce pérdidas en la productividad del ganado (3).
Estudios previos realizados en la provincia Manabí demostraron una seroprevalencia en bovinos, a nivel individual, de 57,38 % y, a nivel de hatos, de 97,01 %; lo que demuestra el papel de esta especie animal en el mantenimiento y la transmisión de la enfermedad en el territorio (4).
El riesgo de infección puede ser minimizado si se tiene conocimientos acerca del origen y modo de transmisión de la enfermedad (5). El incremento del conocimiento entre los trabajadores y otras personas vinculadas a la cadena de producción bovina sobre los signos y síntomas de la leptospirosis es crucial, porque ayudará al reconocimiento de las manifestaciones de la enfermedad y contribuirá a un diagnóstico temprano, así como a un tratamiento rápido y adecuado (6,7). De esta forma podrían obtenerse mejores resultados en el control de la enfermedad en animales y humanos, a partir del desarrollo de programas de educación sanitaria (8).
Por tanto, el objetivo del presente trabajo fue determinar el nivel de conocimiento sobre la leptospirosis en las personas vinculadas a la cadena de producción bovina en la provincia Manabí, Ecuador.
Materiales y Métodos
Área de estudio
El área de estudio se sitúa en la provincia Manabí, cuya superficie es de 18 940 km2, lo cual supone el 7,36 % del territorio nacional (9). Esta provincia presenta la mayor población de ganado bovino, con 879 592 cabezas, lo que representa el 21,31 % del total de cabezas existentes en el país (10).
El estudio se desarrolló en 12 cantones de la provincia seleccionados al azar: Bolívar, Chone, El Carmen, Junín, Manta, Pichincha, Porto Viejo, Santa Ana, Tosagua, Rocafuerte, Pedernales y Flavio Alfaro.
Diseño del estudio
Se realizó un estudio transversal en el que se aplicó una encuesta abierta de carácter voluntario. Previamente, se realizó un censo para conocer el total de hatos ganaderos, de unidades industriales y artesanales que procesan leche, de mataderos existentes en los cantones estudiados, así como de personal vinculado a estos. Para ello, se entrevistó a las autoridades correspondientes del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGAP), de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (AGROCALIDAD), de los consejos cantonales y provinciales y de las asociaciones ganaderas.
El tamaño de la muestra se determinó según lo establecido por Lwanga y Lemeshow (11) para este tipo de estudio, utilizando la siguiente fórmula:
Z
- 1,96 (nivel de confianza de 95 %)
p
- 0,25 (proporción de la población que se prevé que conoce sobre la leptospirosis)
1-p
- 0,75 (proporción de la población que se prevé que no conoce sobre la enfermedad)
d
- 0,04 (precisión absoluta a ambos lados de la proporción)
En este caso, se determinó que se necesitaba un tamaño mínimo de muestra de 450 personas.
La encuesta se entregó impresa, se envió de forma electrónica y, en el caso de las personas analfabetas, se realizó de forma oral; se encuestaron 714 personas identificadas en el censo en los diferentes estratos poblacionales. En todos los casos se contó con el consentimiento informado de los encuestados.
El objetivo de la encuesta fue determinar el nivel de conocimiento acerca de la enfermedad. El cuestionario contaba con 30 preguntas enfocadas en 16 elementos fundamentales sobre el conocimiento de la enfermedad, seleccionados a partir de la consulta de la literatura científica sobre la misma y que incluyen: importancia de la enfermedad, agente que la produce, especies afectadas, principales síntomas en los animales, carácter zoonótico, síntomas en los humanos, forma de transmisión en los animales, principales fuentes de infección, forma de transmisión al hombre, programa de control de la enfermedad, medidas de prevención y control en los animales, medidas de prevención y control en los humanos, situación epidemiológica de la región, situación epidemiológica del hato, presencia de enfermos en la familia y la existencia de otras personas enfermas.
De acuerdo con las respuestas a la encuesta se evaluó cada uno de estos 16 aspectos en dos categorías (conoce/no conoce), asignándole cinco puntos a los que conocen y cero a los que no conocen. En total cada encuestado podía obtener una puntuación máxima en el nivel de conocimiento de 80 puntos y una mínima de cero.
Procesamiento de los datos y análisis estadístico
La asociación del nivel de conocimiento por parte de las personas se evaluó con el sexo, nivel de escolaridad, rango de edad, estrato poblacional y cantón de procedencia del encuestado, utilizando un Modelo Lineal Generalizado con distribución quasi-Poisson, debido a la existencia de sobredispersión (varianza mayor que la media) en la variable dependiente. Inicialmente, se realizaron análisis univariados y se incluyeron en el análisis multivariado aquellas variables con valor de P menor de 0,2 en el análisis univariado. La selección de las variables en el modelo final se realizó basado en el Criterio de Información de Akaike para variables de conteo con sobredispersión (quasi-AIC). Los análisis se realizaron mediante el paquete estadístico R (12).
RESULTADOS
De 714 personas a las cuales se les envió la encuesta, se recibió respuesta de 457 de los diferentes estratos poblacionales (Tabla 1).
Tabla 1.
Encuestas respondidas por estrato poblacional. / Surveys answered by the population stratum.
En la Tabla 2 se puede observar la distribución de las encuestas respondidas por cantón de residencia del encuestado.
Tabla 2.
Distribución de las personas encuestadas por cantón de procedencia. / Distribution of the people surveyed by canton of origin.
Se pudo comprobar que el 63,02 % (288/457) de los encuestados tiene referencia de la enfermedad.
Pudo demostrarse que las personas que no tienen estudios y los que alcanzaron el nivel escolar primario tienen un nivel de conocimiento de 67 % (Exp (β) = 0,33; IC 95 % 0,12-0,73) y 25 % (0,75; 0,59-0,95) menor que los que poseen nivel secundario. Por otra parte, los que tienen nivel superior y bachiller no mostraron diferencias significativas respecto a los de nivel secundario (Tabla 3).
Se comprobó también que las personas del sexo femenino tienen un menor nivel de conocimiento (0,68; 0,55-0,84) que los de sexo masculino. En el análisis por estrato poblacional se pudo comprobar que las personas que se dedican a transportar animales y productos de origen animal tienen un menor nivel de conocimiento (0,36; 0,16-0,69) que los ganaderos; por otra parte, los médicos veterinarios presentan un nivel de conocimiento 2,04 (1,45 - 2,89) veces mayor que los ganaderos. Las personas del resto de los estratos no mostraron diferencias en el nivel de conocimiento comparado con los ganaderos (Tabla 3).
Tabla 3.
Análisis univariado y multivariado de la asociación entre el nivel de conocimiento y las diferentes variables estudiadas. / Univariate and multivariate analysis of the association between the level of knowledge and the different variables studied.
Exp (β)= Exponencial del valor le coeficiente β; IC 95 % = Intervalo de confianza del 95 % del Exp (β). Los resultados del modelo multivariado resaltados en negrita muestran la existencia de diferencia significativa (p<0,05).
No se comprobó asociación entre el nivel de conocimiento con el rango de edad ni con el cantón de procedencia de los encuestados.
Al realizar el análisis de los diferentes aspectos encuestados se comprobó que los conocimiento son deficitarios en elementos de gran importancia, como la forma de transmisión a los animales y al hombre, las fuentes de infección, el programa de control de la enfermedad, entre otros (Tabla 4).
Table 4.
Nivel de conocimiento sobre los diferentes aspectos encuestados./ Level of knowledge about the different aspects surveyed.
DISCUSIÓN
Las zoonosis representan un serio riesgo para la salud animal y humana y un elevado impacto para la economía y medios de vida de la población (13). Un elemento importante en la preparación para la respuesta a las zoonosis lo constituye la evaluación del conocimiento, actitudes y prácticas entre los grupos comunitarios relevantes (13), ya que permite identificar los temas prioritarios en los programas de capacitación para el enfrentamiento a las mismas.
El estudio realizado demostró que solo el 63,2 % de las personas encuestadas dicen conocer qué es la leptospirosis; esto, también demostrado por otros autores (14), pudiera constituirse en una limitante para el desarrollo de programas de control efectivos en los territorios afectados.
Este porcentaje, si bien duplica el nivel de conocimiento reportado en el territorio para otra enfermedad zoonótica de gran importancia como la brucelosis (15), continúa siendo bajo debido al impacto de la leptospirosis para la salud animal y humana.
En Filipinas, Arbiol et al. (16) estimaron un nivel de conocimiento de 68,50 %; similar al obtenido en el presente estudio. También, un estudio realizado en Trinidad y Tobago en la región del Caribe comprobó que solo el 52,4 % de los participantes conocían de la enfermedad (17).
Investigaciones en otros países demostraron serias deficiencias en el nivel de conocimiento de la enfermedad, tal es el caso de la India, donde se comprobó que solo el 41,2 % de los encuestados estaba informado sobre la leptospirosis (18). Otros estudios en este país comprobaron que el 86 % de personas encuestadas nunca habían oído hablar de la enfermedad (19). En Nigeria, el 95,8 % de los trabajadores de mataderos encuestados no conocían la enfermedad (20). Estudios realizados entre los residentes rurales de Sri Lanka, en todas las categorías sociodemográficas, demostraron que tienen un escaso conocimiento de la enfermedad, lo que los expone a un riesgo continuo (21). Algo similar se reporta en Malasia, donde el 67,0 % de los encuestados presentaban conocimiento deficiente sobre la leptospirosis (22). En Senegal, se reportó que solo el 31,1 % de las personas entrevistadas conocen de la existencia de zoonosis y ninguno reconoció la leptospirosis dentro de este grupo de enfermedades (23).
El nivel de escolaridad influyó en el nivel de conocimiento, pues se comprobó que las personas sin escolaridad y los que tienen un nivel de estudios primarios presentan los menores niveles de conocimiento sobre la enfermedad. Resultados similares se presentan en regiones rurales y urbanas de la India, donde se demostró que los universitarios presentaban un nivel superior de conocimiento (71 %) y, por el contrario, las personas analfabetas presentaron los menores niveles (27,7 %) (24). En Tailandia se reporta también que en la medida que se incrementa el nivel educacional se incrementa el nivel de conocimiento de la enfermedad (14). Este resultado es de gran importancia, ya que permite determinar los estratos poblacionales a los cuales, de forma prioritaria, deben estar dirigidos los programas de educación comunitaria.
Se comprobó que los hombres presentaban un mayor nivel de conocimiento que las mujeres, resultado similar al de otros estudios (24). En Kenia se comprobó que existían diferencias de género con respecto al conocimiento de las enfermedades zoonóticas (25), lo que se relaciona con las diferencias en la participación de las mujeres en la cadena de valor de la producción ganadera. Otro elemento que puede influir es que existan diferencias en el nivel de escolaridad entre las mujeres y los hombres vinculados a la actividad ganadera.
En el presente estudio no se encontraron diferencias en el nivel de conocimiento entre los diferentes estratos de edad, lo que difiere de otros trabajos donde se determinó que las personas de mayor edad presentan un mejor conocimiento de esta (24).
Los médicos veterinarios presentaron el mayor nivel de conocimiento dentro de los diferentes estratos poblacionales estudiados. Por otra parte, el menor nivel de conocimiento fue detectado entre las personas que se dedican al transporte de ganado o productos pecuarios. En Tailandia se reporta que los campesinos presentan niveles de conocimiento inferiores a los trabajadores de otras ocupaciones (14); se comprobó que los mayores valores aparecen entre los oficiales gubernamentales.
Al realizar el análisis del conocimiento sobre los 16 elementos fundamentales del conocimiento de la enfermedad seleccionados, se comprobó que en todos los casos eran conocidos por menos del 60 % de los encuestados, lo que coincide con otros trabajos (26,27).
Según otros autores, la educación en salud debe abordar esta brecha, ya que el escaso conocimiento de aspectos como los signos y síntomas de la enfermedad tiene serias implicaciones, pues retrasa la detección temprana y el tratamiento de la enfermedad, tanto en los animales como en los humanos (16).
Se comprobó en el estudio que los conocimientos son deficitarios en elementos de gran importancia, como la forma de transmisión a los animales y al hombre, las fuentes de infección, el programa de control de la enfermedad, entre otros. Obtener conocimientos adecuados sobre estos aspectos resulta de gran importancia, ya que beneficiarían enormemente los esfuerzos para entender la epidemiología de esta enfermedad (28).
Determinados estudios refieren que existe una fuerte relación entre el conocimiento de la leptospirosis y su prevención (8). El deficiente conocimiento sobre esta enfermedad y su transmisión, así como el bajo nivel educacional son elementos que limitan su control (29). Es por ello que los resultados son de gran importancia, ya que indican la necesidad de implementar una estrategia de comunicación que permita elevar los conocimientos sobre la enfermedad en las personas vinculadas a la cadena de producción bovina.
La incidencia de la enfermedad está fuertemente influenciada por factores socioculturales, de comportamiento y ambientales, que requieren que las medidas para prevenir la infección incluyan educación y campañas de sensibilización dirigidas a grupos de riesgo específicos (30). En estas campañas es recomendable tener como prioridad los conocimientos sobre los riesgos de la enfermedad (31).
Los resultados demuestran que el conocimiento sobre la enfermedad en el territorio estudiado es deficiente, por lo que es necesario abordar este problema desde la perspectiva de “Una Salud”, con un enfoque multidisciplinario y multisectorial, tal y como señalan otros autores (32)