INTRODUCCIÓN
La aparición de neoplasias en caninos es un problema común en la práctica veterinaria. Los tumores son nuevos crecimientos celulares localizados, de naturaleza no inflamatoria que se desarrollan más rápido que el tejido normal adyacente y lo hacen de manera descoordinada y persistente (1).
Se considera que los tumores pueden ser benignos o malignos; localizados o pueden invadir tejidos adyacentes o diseminarse a distancia. Los malignos tienen la capacidad de dispersar las células enfermas a otras partes del cuerpo, y son los tumores cancerosos. Los benignos no son cancerosos porque no dispersan las células enfermas a otras partes del cuerpo (2).
Ha aumentado la esperanza de vida como resultado de las mejoras en la salud y el bienestar animal, lo que ha traído consigo un aumento en el diagnóstico de cáncer en perros (3). En una reciente investigación de la mortalidad canina en el Reino Unido, el cáncer respondió al 27 % de todas las muertes (4). Estudios de varios registros en el mundo han informado una incidencia de 282 a 1126 casos por 100000 animales al año con neoplasias; su ocurrencia fue más alta en tumores mamarios y tumor venéreo trasmisible en caninos (5,6).
Los tumores de cabeza y cuello no son frecuentemente reportados en los animales domésticos y representan aproximadamente de 2-7 % de todos los tumores en caninos y 1 % en felinos. Las neoplasias orales representan la cuarta localización más común entre todas las neoplasias en perros. El 80 % del total de tumores nasales que se presentan son malignos, con 60 a 75 % de tumores malignos intranasales. Uno de los que más se observa en perros y gatos es el carcinoma de células escamosas, el cual tiene un desfavorable pronóstico debido a que se diagnostica en un estadio ya avanzado, con una localización crítica (7). Las neoplasias originadas en los oídos caninos se presentan en las edades comprendidas entre 9 y 10 años y 25 % de esas masas tumorales corresponden a procesos malignos (8). Por otro lado, las neoplasias que envuelven el globo ocular son también frecuentes en la consulta veterinaria, ya sea por ser este el origen de la neoplasia o por ser una neoplasia secundaria cuando el ojo representa una zona metastásica (9).
En Cuba, al igual que en otras regiones del mundo, la frecuencia de tumores en animales domésticos, especialmente en perros, ha presentado un incremento en los últimos años; sin embargo, se desconoce la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello en caninos de La Habana. El presente trabajo tuvo como objetivo determinar la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello en caninos de La Habana, Cuba.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación retrospectiva sobre la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello en caninos que asisten a la consulta de Oncología del Laboratorio de Patología y Cirugía Experimental del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR) de Cuba. Los casos fueron remitidos por la consulta de Oncología Veterinaria de la Clínica de Animales Afectivos “José Luis Callejas” y otras clínicas de la provincia La Habana.
Los datos se obtuvieron de los archivos del INOR, teniendo en cuenta los caninos con afecciones en la región de cabeza y cuello. Se analizaron los casos positivos a tumores de cabeza y cuello que asistieron a consulta durante el periodo 2016-2017.
En el periodo evaluado acudieron a consulta 75 animales con crecimientos tumorales en la región de la cabeza y el cuello, a los cuales se les realizó la inspección clínica y se recogieron los datos: nombre del paciente, edad, sexo, raza, localización, antecedentes, factores de riesgo asociados, tamaño, consistencia y características de la neoplasia, así como los datos del dueño. Se realizó la toma de muestra: biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF) y muestras para estudio patológico (Histopatología), que se obtuvieron mediante procedimientos quirúrgicos.
Los casos se organizaron mediante la realización de una historia clínica individual. Las muestras se obtuvieron con agujas de calibre de 23 o 26 G, de longitud variable en dependencia de las características de la masa tumoral, teniendo en cuenta la profundidad, el tamaño y la localización de la lesión. Este procedimiento se realizó con el propósito de obtener un volumen pequeño de la muestra y con contaminación mínima.
Las muestras se extendieron desde el centro a la periferia en un portaobjetos; se fijaron con alcohol absoluto durante 15 minutos y se usó la técnica de diagnóstico rápido Dip Quick Stain (10). Las muestras de tejido histopatológico obtenidas mediante cirugía se tiñeron con Hematoxilina-Eosina (H-E) (11). Posteriormente, las muestras se montaron con bálsamo de Canadá y se observaron al microscopio (OLYMPUS DP71) con diferentes objetivos (10x/0.30; 20x/0.50; 40x/0.75; 60x/1.25; 100/1.30).
Criterio de inclusión
Se incluyeron los reportes de caninos con tumores en la región de cabeza y cuello a partir de la clasificación clínica, citológica e histopatológica, según los resultados del laboratorio del INOR. Se incluyeron los caninos procedentes de la provincia La Habana, sin distinción de edad, sexo o raza durante el periodo 2016 - 2017.
Criterio de exclusión
Se excluyeron los animales que no cumplieran con los criterios de inclusión anteriormente planteados. Además, no se tomaron en cuenta animales positivos a linfomas cutáneos generalizados ni con tumoraciones en las glándulas tiroides.
Variables en investigación
La frecuencia de presentación se evaluó atendiendo las variables grupo etario, la raza, sexo y localización.
Para la determinación de la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello se realizó una clasificación por grupos etarios teniendo en cuenta los animales de 0-4 años, de 5-8 años y mayores de 8 años (12).
Las variables se dividieron de la siguiente forma: sexo (machos y hembras); razas (razas puras y mestizas); localización (región ocular, cavidad oral, cavidad nasal, región craneal, maxilar, cuello, parótida y mandíbula).
La información se ordenó en una base de datos utilizando el programa Microsoft Excel, 2016. Se realizaron tablas de frecuencia relativa para cada una de las variables y su procesamiento por comparación de proporciones, utilizando el paquete estadístico CompaProWin 2.0.1 (13) para determinar la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello (TC y C).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello en caninos en la consulta de Oncología de La Habana evidencia que, en el periodo 2016 - 2017, de 74 animales, 35 resultaron positivos (Tabla 1).
Tabla 1.
Frecuencia de presentación de casos de TC y C en el periodo evaluado. /Frequency of presentation of cases of head and neck tumors in the period evaluated.
No existen diferencias significativas entre la frecuencia de presentación de casos positivos y negativos, a pesar de ser favorable que la proporción de casos positivos sea de 47,30 %. Se debe destacar que el 52,70 % de los restantes casos correspondían a procesos infecciosos e inflamatorios, pero negativos a células neoplásicas.
Una investigación realizada en Genoa, de las 6743 biopsias tumorales reportadas en 18 años de investigación, se confirmó que el 48,9 % de los animales biopsiados resultópositivo a células neoplásicas y que el 51,1 % eran lesiones benignas (5), lo que concuerda con los resultados obtenidos en la presente investigación. En un estudio realizado en Brasil, de 79 animales que se presentaron con lesiones orales, 40 fueron positivos a tumores malignos (50,63 %) y 39 casos presentaban tumoraciones benignas (49,37 %) (14).
En la Tabla 2 se muestra un análisis estadístico de la frecuencia de presentación de casos con neoplasias de cabeza y cuello teniendo en cuenta el sexo de los animales.
Tabla 2.
Frecuencia de presentación de TC y C en cuanto al sexo./ Frequency of presentation of head and neck tumors in terms of sex.
A pesar de que no existen diferencias significativas, la mayor frecuencia de presentación correspondió a los machos con 54,29 %; el 100 % de los animales que presentaron TTV fueron machos, en los que resaltaron sus hábitos reproductivos y la mayor tendencia de estos a padecer tumores transmisibles por la conducta de olfateo.
Las células tumorales pueden vehicularse a diferentes zonas cutáneas a través del laminado celular de los órganos genitales afectados y la piel circundante; las mucosas oral y nasal fueron las zonas más afectadas (15).
En los tumores como el TTV, los perros jóvenes sexualmente activos son los que más se afectan debido al contacto directo y al trasplante de células neoplásicas. El comportamiento social de lamido y olfateo origina la afectación de regiones como la cavidad oral y nasal (16).
Según un estudio realizado por Gómez et al. (14), las hembras fueron las más afectadas con neoplasias orales (50,63 %), mientras que los machos se afectaron en el49,37 %;este resultado que difiere con lo obtenido en la presente investigación.
En la Tabla 3 se muestran los resultados de la comparación de proporciones entre los grupos etarios en que se distribuyeron los casos.
Tabla 3.
Frecuencia de presentación de TC y C teniendo en cuenta la edad./ Frequency of presentation of head and neck tumors in terms of age.
Edad | N | Positivos | Prop. | ES |
---|---|---|---|---|
0-4 años | 35 | 4 | 0,11b | 7,96 |
5-8 años | 35 | 9 | 0,25b | 7,96 |
> 8 años | 35 | 22 | 0,62a | 7,96 |
F=11,1 *** |
Letras diferentes difieren estadísticamente para p≤0,001
Como se puede observar en la Tabla 3, se obtuvieron resultados estadísticamente significativos con una mayor frecuencia de presentación de casos con edades superiores a los ocho años (62,86 %) para p≤0,001.
El cáncer es la mayor causa de muerte en animales pequeños; esta afirmación se sustenta en un estudio de más de 2000 necropsias donde se refleja que, en el 45 % de los animales mayores de 10 años, la causa principal de muerte fue el cáncer y en los menores de 10 solo el 23 % (17).
Las edades en que los animales pueden padecer de lesiones neoplásicas comprenden entre uno y 16 años; los animales mayores de siete años son los más predispuestos a desarrollar tumores orales (14).
Esto coincide con lo reportado por Bravo et al. (18), quienes encontraron que la edad es un factor de riesgo para la presentación de tumores en caninos, con mayor prevalencia en edades superiores a los seis años de edad y con alta presentación después de los nueve años de edad.
Esto puede deberse a que los animales gerontes no son atendidos frente a enfermedades terminales y en las edades entre nueve y doce años está demostrado que es el momento donde se sobre expresan los trastornos inmunitarios y disminuye la capacidad del animal de responder adecuadamente al proceso de formación tumoral (19).
A medida que se incrementa la edad aumentan las posibilidades de padecimientos de tumores de cabeza y cuello en animales pequeños (20); con los resultados obtenidos queda demostrado que la frecuencia de presentación de estos tumores se convierte en un pronóstico desfavorable a medida que el perro adquiera una mayor edad.
En la Tabla 4 se observa la comparación de proporciones teniendo en cuenta la raza de los animales afectados.
Tabla 4.
Frecuencia de presentación de TC y C teniendo en cuenta la raza./ Frequency of presentation of head and neck tumors in terms of breed.
Letras desiguales difieren estadísticamente para p≤0,001
Los animales más afectados fueron los mestizos con 34,29 % y los de la raza Rottweilers con un 14,29 %, con diferencias estadísticamente significativas entre ellos (p< 0,001). Este resultado puede deberse a que en Cuba predominan los perros mestizos. A partir del estudio realizado se puede inferir que estos animales se encuentran conviviendo más cercanamente con factores de riesgo precursores de neoplasias (sustancias químicas, golpes recurrentes en una zona, radiaciones solares, etc);no sucede así con animales de razas puras, que son más acomodados por los dueños dentro del ambiente del hogar.
Los resultados muestran que los animales mestizos son más propensos a padecer neoplasias, lo que concuerda con los resultados obtenidos por Calaña (12), donde los perros mestizos resultaron más susceptibles y propensos a padecer de cáncer.
Según Aparicio y Forero (21), los perros de razas puras son considerados menos resistentes a los efectos medio ambientales, además de ser más protegidos por los dueños, por lo que acuden más a consulta.
Las razas con mayor riesgo de presentar neoplasias orales son el Cocker Spaniel, Pastor Alemán, Pointer Alemán de pelo corto, Weimaraner, Golden Retriever, Gordon Setter, Caniche Miniatura, Chow Chow y Bóxer (22). Los procesos neoplásicos son más evidentes en perros dolicocéfalos y mesocéfalos (lebreles) que en braquiocefálicos. Los factores medioambientales, como combustión de carbón, gases de hidrocarburos, solventes, tabaco y aerosoles, predisponen la aparición de neoplasias nasales (23).
En la Tabla 5 se observa la frecuencia de presentación de tumores de cabeza y cuello en cuanto a la localización de las neoplasias.
Tabla 5.
Frecuencia de presentación de TC y C teniendo en cuenta la región./ Frequency of presentation of head and neck tumors in terms of region.
Letras desiguales difieren estadísticamente para p≤0,001
La mayor proporción de animales con tumores de cabeza y cuello se localizan en la cavidad oral (60 %) con diferencias estadísticamente significativas con respecto a otras regiones (p<0,001), seguido de los tumores ubicados en cavidad nasal (8,57 %). A partir de un análisis realizado en Zaragoza, España, se llegó a la conclusión de que los tumores orales en los perros tienen una frecuencia de presentación entre 3 a 6 % de todas las neoplasias que se pueden presentar en estos (24).
En Cuba, en un estudio realizado por Espinosa (19), se evidenció que los tumores orales representan el 6 % de todas las neoplasias en caninos y ocupan el cuarto lugar en frecuencia con respecto a todos los tumores.
Los tumores de cabeza y cuello son infrecuentemente reportados en los animales domésticos y representan, aproximadamente, el 2 % de todos los tumores en caninos. Del total de tumores nasales que se presentan, cerca del 80 % son malignos, con 60-75 % de tumores malignos intranasales. Uno de los que más se observa en perros y gatos es el carcinoma de células escamosas, el cual tiene un desfavorable pronóstico, debido a que se diagnostica en un estadio ya avanzado y tiene una localización crítica (7).
Podemos concluir que las neoplasias de cabeza y cuello representan un problema de salud en caninos de la provincia La Habana. Los machos fueron los más afectados; se encontró con mayor frecuencia en animales con edades superiores a los ocho años y una localización en cavidad oral. Los más predispuestos fueron los mestizos y de las razas puras, específicamente el Rottweiler.