La leptospirosis es una de las zoonosis bacterianas más extendida a nivel mundial (1). Numerosas especies de animales domésticos actúan como reservorios y participan en la cadena de transmisión de serovares patógenos de Leptospira spp. al humano (2). En estos últimos, las cifras globales de afectados cada año ascienden a 1,03 millones de casos, 58 900 de los cuales fallecen; estos valores son sesgados por los informes de las regiones más pobres del planeta, las más afectadas y sin los sistemas de vigilancia requeridos (3).
Un estudio previo realizado en Camagüey, Cuba, que evaluó la presencia de reservorios de Leptospira spp., evidenció que no existían diferencias significativas en la cantidad de reactores positivos entre porcinos, bovinos, caninos y equinos (4,5). En esta provincia no consta información actualizada que vincule el comportamiento de reactores porcinos y humanos, pese al número elevado de estos animales en condiciones de tenencia de traspatios en zonas urbanas o aledañas a la ciudad (6). Esta investigación tuvo como objetivo evaluar la correlación entre los reactores humanos y porcinos a Leptospira spp. durante un decenio en Camagüey.
Del Libro de Registros del Laboratorio de Sanidad Animal de Camagüey se tomaron los resultados correspondientes de 1820 sueros de cerdos raciales (Yorkshire x Landrace) investigados de leptospirosis mediante micro aglutinación (MAT) durante una década (enero 2007-diciembre 2016). Los reactores positivos a Leptospira spp. se establecieron frente a una batería integrada por los serovares Icterohaemorrhagiae, Canicola, Ballum, Australis, Pomona y Tarassovi como antígenos (7). De igual etapa se colectaron los datos asentados en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM), concernientes a 4 529 personas, cuya reactividad a la espiroqueta se estableció por hemoaglutinación indirecta (8). Se realizó la prueba de Shapiro-Wilk para establecer el tipo de distribución de las variables en estudio: muestras porcinas, reactores porcinos, reactores humanos, reactores porcinos/total de muestras y reactores porcinos/reactores humanos. Se utilizó la correlación de Spearman para establecer la relación entre reactores porcinos y humanos en el periodo estudiado. En todos los casos se empleó el paquete IBM-SPSS-Statistics Versión 22 (2013).
Un total de 876 muestras de origen porcino y 141 humanas resultaron reactores positivos a Leptospira spp. Por cada tres a cuatro reactores en cerdos se presenta uno en las personas, razón por la que la correlación entre animales y humanos resulta altamente significativa (Tabla 1).
Un estudio realizado en Villa Clara, mediante el empleo de series cronológicas, evidenció que el comportamiento epidemiológico de la leptospirosis animal era similar al hallado para humanos, revelando una conexión entre ambos (9). Los autores, aunque refieren el contacto con animales entre las fuentes de infección, no incluyen a cerdos. Concluyen que, aunque el número de casos muestra una tendencia a disminuir, la mortalidad se incrementa por la circulación de serovares procedentes de animales ausentes en la vacuna vax-SPIRAL, cuyos antígenos vacunales son Canicola, Icterohaemorrhagiae y Pomona, con probada protección cruzada frente a Ballum (10), no necesariamente ante otros, cada vez más frecuentes (11).
Los resultados de este trabajo, alarmantes per se, tienen como limitación la ausencia de Hardjo, Bratislava, Sejroe y Grippotyphosa en la batería de MAT usada, aun cuando su participación en porcinos va en aumento (11). Una alerta de la necesidad de actualizar un esquema diagnóstico establecido hace 36 años (11). Por su parte, los CPHEM generan un sesgo que limita el establecimiento de nexos con los hallazgos logrados en las pesquisas a animales, al utilizar técnicas que no identifican el tipo de serovar (8), tampoco se utilizó reacción en cadena de la polimerasa (PCR, de sus siglas en inglés Polymerase Chain Reaction) recomendada para confirmar la transmisión de Leptospira spp. entre especies (12,13).
TABLA 1.
Relación reactores porcinos/total de muestras (a) y reactores porcinos/reactores humanos (b), en el periodo evaluado. / Ratio of pig reactors/total of samples (a) and pig reactors/ human reactors (b) for the assessment period.
En Cuba la leptospirosis ocupa el sexto lugar entre las enfermedades de declaración obligatoria. En 2013 se reportaron 258 casos, 54 de los cuales fallecieron. Se establecieron algunos animales domésticos como reservorios, entre ellos los cerdos (14), pero no se cuantificó su participación. En Camagüey hay un total de 148 779 cerdos; 77 673 (66,06 %) pertenecen al sector privado, buena parte en “crías de traspatios”, en las que participan personas que no cuentan con la debida preparación y sus instalaciones tampoco reúnen un mínimo de los requisitos requeridos (6), razones que pueden justificar los resultados obtenidos.
La leptospirosis es una paradoja del mundo actual: pese a su alarmante extensión no siempre su diagnóstico está a la altura (9), se subvalora el papel de algunas especies animales domésticas como reservorios (4) y las variables evaluadas en muchos de los reportes publicados carecen del tratamiento matemático requerido (4). Razones que, de forma individual o de conjunto, limitan el acercamiento a su impacto real. Ante la imposibilidad de generalizar el uso de métodos más precisos de diagnóstico, el empleo de técnicas estadísticas (5,12,13), como la desarrollada en este caso, resulta una opción orientadora.